miércoles, 24 de abril de 2013

Dragonov, el titán de arena.

Dragonov camina tranquilo hacia boxes después de salvar la vida de Ce Lee.

Bahrein. Tierra de sol y fuego, desierto de sal y arena, capital del nuevo mundo árabe, símbolo del cambio global y prueba esclarecedora del giro de la balanza en nuestro tiempo.

Bahrein. Carrera infernal, de calor asfixiante y luz cegadora, juez de debilidad y dedo índice de la propia selección natural.

Bahrein. Lugar sin cultura ni pasado, ciudad famélica de historia y huérfana de líderes, encontró por fin su referente. Un héroe. Un gigante del que todos hablan, un hombre que salvó la vida de un rival arriesgando la suya propia. El jeti ruso, Frankismerio, forjado en el hielo y pulido en la arena. Dragonov, hijo de Bahrein, el titán de arena.

Se corría apenas el comienzo, donde a muchos todavía les suda el culo de la tensión y se les paraliza el cuerpo de la presión, cuando en la tercera curva el piloto Japonés, Ce Lee, sufrió una falta de adherencia en sus gomas y se precipitaba hacia el fatídico muro de las lamentaciones de Bahrein. La suerte estaba echada, y el samurai del volante ya rezaba a sus ancestros rogando por su vida, cuando apareció un remolino de arena que envolvía un Lotus Renault negro azabache como los jamelgos árabes. Un colchón a la vida que se interpuso entre Ce Lee y su fatídico final. Una maniobra heroica que bien pudo costarle caro al ruso Frank Dragonov pero que salvó a su rival. Sí, terminó ahí su carrera, pero su leyenda permanecerá para siempre en la memoria de todos.

Hubo de todo en Bahrein, de todo menos un nuevo ganador. Ganó de nuevo Jordán y se encamina sin vacilación al bicampeonato. Segundo pudo ser Jacob, pero un misterioso error en el cálculo del combustible por parte de un recién contratado ingeniero italiano, le privó de tal honor en favor del jamaicano Aday. Por fin subió al podio y, además, lo hizo a lo grande sumando 18 puntos. Una carrera perfecta, de las que le gustan a él, remontando y dando rienda suelta a su instinto adolescente.

En cuarto lugar el renacido hindú, "Rosquete" Jongzzz, redondeó la mágica jornada para el equipo Force India. Fue regular de principio a fin y mantuvo con el patriarca de "la cosa nostra" un hermoso duelo.

"Peperoni" llegó quinto y sigue en su triunfal racha de puntos, lejos quedan aquellas jornadas de sequía que le hicieron plantearse su retirada. Ferrari le dio un voto de confianza y él ha respondido. La Familia vive días de gloria y está aportando a la escudería roja ese "plus" que hace falta para salir campeones de constructores. Un "plus" que esta vez estuvo compuesto de hormigón reforzado con el que algún ingeniero de pista rellenó los conos del circuito.

Esos conos fueron la trampa mortal que acabó con las esperanzas de Manolo "el cojo", corredor de Mercedes (máximo rival de Ferrari en la lucha por el mundial de equipos), y que le costó la amputación de su otra pierna. Tragedia total en la escudería alemana que ve como sus aspiraciones van siendo esquilmadas por el buen hacer de "la cosa nostra".

Manolo el cojo siendo operado en el arcén de Bahrein.

Duro palo para Manuel, que se mostró optimista tras su operación a pie de pista llegando a decir "siempre quise ser un trompo", sin duda, bajo los efectos de los sedantes proporcionados de urgencia por "Er Power". Al cierre de esta edición nos confirmaban que industrias Stark está trabajando en unas prótesis especiales para Manolo que le ayudarán a seguir pilotando.


Sexto fue "la Onda", ese corredor imparable que a base de insistencia siempre llega. Su buen trabajo se propaga de manera proporcional y constante, sin cejar jamás en su empeño. De ahí su apodo. El saudí siempre está, en los retrovisores de todos, al levantar la mirada lo ves, te pica el ojo, te sonrie y contemplas atónito como parece decir "pasaba por aqui y vine a saludar". Ya es tarde, te adelantó mientras te frotabas los ojos. Traidor y conspirador, Ra Fa, está siendo uno de los mejores pilotos en este campeonato y se ha convertido en un personaje sin el que ya no se entiende el mundo paralelo.

Séptimo renació ET, el franchute enmascarado, que vuelve por los fueros que sólo su coeficiente intelectual contempla. Algorismos ecuacionales le llevaron a plantear una carrera perfecta. Calculó días antes la aparición del Safety Car y los abandonos pertinentes. Trazó la trayectoria por las curvas de Bahrein y describió polígonos perfectos en sus rectas. Edgar Tarrier está de vuelta, estimulado por algún reto que sólo él es capaz de entender, y parece decidido a dejar fuera de los puntos a todos aquellos que considera indignos de competir contra su intelecto superior.

Octavo llegó su compatriota, el también francés Albert Apple, que hizo su mejor carrera. Su evolución sigue su curso, lenta pero constante, fue esta vez inalcanzable para sus competidores. Marcando firmes registros y ayudado por la aparición del coche de seguridad vimos atisbos de querer luchar por cosas mayores.

Noveno fue el turco Golden Bill que esta vez desoyó las ordenes de equipo de dejar pasar a su compañero Killuminaty que hizo una de las peores carreras que se le recuerdan. Dando positivo por cocaina y metanfetamina, el norteamericano nos mostró su peor versión. Sumó un punto gracias a los abandonos y a un fallo a última hora de Doramas.

El gran canario llegó undécimo y no pudo puntuar pero se vio en la lucha con Golden y Killuminaty, que tejieron una tela de araña en forma de estrategia de la que no pudo escapar. Al final la presión le hizo sucumbir pero se va de Bahrein con la cabeza alta mirando fijamente a Cataluña.

Ce Lee, abandonó. Capaz de lo mejor y de lo peor, el japonés ha llegado a un nivel de conducción superior. Su inexperiencia y sus conflictos morales le impiden subir a los cajones. En Bahrein ver como Dragonov salvaba su vida fue demasiado lastre para él, sintiéndose deshonrado, estrelló su monoplaza a propósito para satisfacer su sentimiento de culpa. Acto seguido usó el combustible ardiendo y el plástico derretido para tatuarse el nombre de Dragonov en el pecho. Sangre y fuego. Ese es el camino del samurai, que nadie lo olvide, Ce Lee no parará hasta salir campeón.

Hubo de todo, ya lo dije al principio. Pocas veces una crónica está tan rica de acontecimientos. Muchos de ellos indescriptibles, incluso, para un servidor. Pero no se entristezcan no lo dejaré así, siempre me quedará aquello de que "mas vale una imagen que mil palabras"...

 De izquierda a derecha: Jacob, Jordán y Aday, en la fiesta organizada por el jamaicano con las azafatas.







lunes, 15 de abril de 2013

"La Cosa Nostra" tira de Ferrari.

Sentado primero por la izquierda Pepe en una reunión familiar. 1918.

Los peores augurios posibles se cernían sobre Ferrari en el siempre trágico circuito de China. Un circuito maldito donde el gran Killuminaty perdió su testículo y Manolo "El Cojo" su pierna cuando corría en las categorías inferiores de Mercedes.

La china ancestral maquinaba, apuntando, señalando al mito vivente de la Fórmula Paralela. Las piedras antiguas, las cartas del papiro milenario y las cañas secas de las primeras cosechas, todos los métodos de predicción de la antiquísima cultura china, apuntaban al fin de la tiranía del rubio platino. El ócaso de Jordán, que sucedería, además, de manera trágica. ¿Perdería un ojo? ¿una oreja? ¿un brazo? ¿la vida? o peor aun ¿perdería su dorada melena?

Nada. Ni la poderosa brujería china, ni los maquiavélicos planes de sus contrincantes, ni la más poderosa fuerza de la naturaleza surtieron efecto. Nadie lo tuvo en cuenta quizá, pero desde hoy sabemos que es un factor que no podemos pasar por alto: la Cosa Nostra corre ahora con Ferrari. Y ya se sabe que La Familia cuida siempre de los suyos.

Así empezó China, con un Jordán sometido al empuje de don Manuel y de Aday "Er Power" que salieron por delante en la parrilla y unos contrincantes que guardaban miles de ases en la manga. Todo se truncó en la primera curva. Todos lo saben. Los dos primeros giros en este circuito son de los más difíciles del mundial y cuando un torrente de espermatozoides salen propulsados a presión en la búsqueda de su objetivo ya se sabe lo que pasa: sólo uno puede entrar el primero.

De esta manera, podemos decir que el alemán roció el trasero de "Er Power" con un leve chinguito. Fue poco, apenas unas gotas, pero suficiente como para que el jamaicano patinase transformándose en un torbellino Gang Bang que enchumbó a todo aquel que pasó a su alrededor. Golden Bill, Killuminaty, Jongzzz, Frank y Doramas participaron en la orgía jamaicana y cuando todo apuntaba a que la bandera negra mandaría a Jordan para los boxes, la familia hizo su trabajo. No sólo no hubo sanción sino que además todos los perjudicados tuvieron que realizar diversos drive trought y es que cuando La Cosa Nostra actua no deja cabos sueltos, ni títere con cabeza. "Un drive trought para los mentecatos y dos para los espabilados" se oyó a través de la radio de un famoso spaguetti y ese fue el fin para muchos.

Y cuando decimos que no se deja cabos sueltos hablamos en serio. Marchaba "El Cojo" primero, destacado e imparable, acercándose con cada giro más a la gloria cuando recibió un extraño mensaje por radio: "impacta puerco chamini, nos habemos a la tua filia"... No se sabe si fue desde su propia escudería o si fue una interferencia, muchos comentan el parecido de esa voz y la de un famoso Spaguetti, pero la realidad es que el venezolano puso fin a su participación destrozando su monoplaza y saliendo del mismo como alma que lleva el diablo.

Con el camino despejado, Jordán consiguió una nueva victoria, eso sí, marcada por la polémica. El segundo esta vez fue el grandioso italiano "Peperoni" Palenzuela que consiguió su mejor resultado en los últimos 56 años. El veterano piloto cruzó la meta entre lágrimas agradeciendo el apoyo recibido por su numeroso club de fans que últimamente habían sido vinculados a la mafia siciliana y al comercio ilegal de aves protegidas.

Doblete de Ferrari y nueva subida al podio de Jacob. El colombiano sigue siendo el rival más fuerte de la parrilla y el único capaz de plantarle cara al todopoderoso alemán, sus nervios de acero y la evolución de su Mercedes han hecho de él un fijo en los cajones.

Cuarto entró el hindú "Rosquete" Jongzzz que a pesar de verse inmiscuido en la melee inicial pudo lograr un extraordinario resultado. Esta de vuelta el piloto tiznado y recuerda al que fue en su momento uno de los mejores pilotos de la Fórmula Paralela. Si su salud, sus 22 esposas y 132 hijos se lo permiten, podemos estar ante el renacer de este fantástico piloto y mejor persona.

Quinto fue el sensei, Ce Lee. Impresionante su irrupción en el campeonato. Dos carreras y ya está entre los grandes, a base de meditación y sacrificio extracorporeo, el japonés ha cumplido su promesa de estar entre los más rápidos. En tiempo record hemos visto a este piloto pasar de ser doblado tres veces en Malasia a humillar a históricos como Killuminaty o Golden Bill. No parece tener techo este samurai del volante que vaticina un mundial vibrante.

Sexto fue nuestro gran gigante, el Ruso Dragonov. ¡Qué falta le hacía al bueno de Frankismerio un resultado como este!. Rápido de principio al final le faltaron dos o tres vueltas para dar alcance a Ce Lee. No obstante, una vez ya en la meta estampó su monoplaza y saliendo de las llamas se dirigió hasta el coche del japonés que tuvo que huir para evitar una tragedia.

Séptimo fue el árabe Ra Fa "La onda", que a priori se presentaba como uno de los favoritos a subir al podio pero que no tuvo su día. Muchos comentan que la situación de carrera lo llevo a estar detrás de Dragonov y que tras sendas miradas intercambiadas con el ruso no se atrevió a adelantarle.

Octavo fue el jamaicano del incidente. Tras dos drive trough y dos paradas en boxes parece mentira que Er Power acabase en los puntos. Rápido y contrariado no pudo hacer más. Se le sigue resistiendo su sueño de verse rodeado de las azafatas en el paddock de los ganadores.

Noveno llegó el francés Edgar Tarrier que poco a poco va pareciéndose al extraterreste que surcaba el asfalto sobre un fórmula 1 pero que dista aún de los cabeza de carrera.

Décimo llegó el norteamericano Killuminaty que se enfrentaba a su destino, era su retorno al funesto circuito que mutiló su virilidad y que es la tumba del testículo más famoso del mundo paralelo. Perjudicado por la maniobra jordaniana, fue obsequiado con 2 drive trought por parte de los comisarios que enviaron sus esperanzas al fondo de un abismo del que no logró escapar. Sumó como siempre pero sufrió como no se le recuerda, víctima de los designios trazados por los "grasientos spaguettis" tendrá que esperar una mejor oportunidad.

Décimo primero y segundo llegaron el "Pollo Atroz" y Golden Bill respectivamente, ya fuera de los puntos, Albert Apple sigue en su adaptación al monoplaza mientras que el turco truncó su racha sumando para Red Bull.

Último llegó Doramas que volvió a dar muestras de que ya no es el que era, no sabemos si su mejoría en Malasia fue sólo un espejismo o que definitivamente sus reflejos de gata parda de Arucas, antaño legendarios, le han abandonado.

Dos pilotos tuvieron que abandonar, el ya mencionado Manuel y el defenestrado de Miguel. El español esta pasando por momentos complicados, una falta en el suministro de la viagra parece haberle dejado en un momento de desánimo permanente. De nada han servido los consejos sobre ahorcamiento en el miembro viril que le ha proporcionado Killuminaty, ni las muestras de como romper un bloque de cemento tras una erección de Dragonov. Nada consigue animar a Miguelito que se ve más fuera que dentro de esta nueva edición de nuestro campeonato.

Con Eddy Ecclestone maniatado y sin su poder de intervención absoluto, vemos como este Mundial Paralelo se rige ahora por los designios de la mafia italiana y su potente escudería. El alemán ruge y el Spaguetti se destornilla con una carcajada que suena más a la tos de una vieja podrida. Poderosos y temibles, así son en la escudería Ferrari. Ahora ellos son los que mandan, son los capos rosoneros. Pobre de aquel que quiera ir más rápido que ellos.