En Dead Rising, nuestro protagonista de chaqueta amarilla se abre paso entre los no muertos haciendo uso de todo aquello que tenga a mano: bates de beisbol, katanas, palos de golf, sierras mecánicas, bombonas de butano, o sables láser de juguete, serán nuestros más fieles aliados.
Mientras, en Red Dead Undead Nigthmare, viajamos al lejano Oeste para librar a esas desérticas tierras y sus aterradas gentes de la infesta pesadilla zombi. En el papel de un forajido, nos arrojamos a la acción disparando y luego preguntado.
Volar cabezas parece dar premio y si no, al menos, un chorro de placer. Sonido a calabaza que explota, gemidos en la oscuridad, bala que se desliza en su recámara, destello de luz, baño de sangre. Señores, William Munny a vuelto.
habra q probar el Dead Rising xq esto d matar zombis es un verdadero vicio
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