UNA TÚNICA Y UN TURBANTE, POR FAVOR.

El verano ha llegado y, con él, la cremita, la arena, el sol y las vacaciones. Una postal de la que también podrán disfrutar los pilotos de la Fórmula Paralela, bueno de todo menos de lo de las vacaciones, porque... hagan sus maletas, nos vamos al desierto de Sakhir.

Desde hacía ya varias semanas veníamos escuchando el rumor en el Paddock de que "El Jefe" estaba barajando la posibilidad de no suspender el G.P. de Barhéin, pero hasta ahora ni la FIAP ni él mismo, lo confirmaban de manera oficial. De todas formas, no había que ser Einstein para saber la respuesta, ya que cada vez que algún osado, e incluso me atrevería a decir, inexperto periodista, se le acercaba tembloroso a formularle la pregunta en busca de la exclusiva, él se limitaba a dibujar la típica sonrisa irónica  en su rostro y decir: "Todo a su tiempo, the show must go on".   

A principios de temporada la FIAP había enviado un comunicado a todas las escuderías y medios de comunicación informando sobre la configuración que iba a tener este mundial paralelo en el que decía que las carreras se correrían en el mismo circuito y el mismo fin de semana que el Mundial de Fórmula 1 real, lo que había derivado, en primera instancia, en la moficación de la fecha de celebración del G.P. de Barhein para el mes de octubre y posteriormente, en su suspención.

Desde aquel suceso ha llovido mucho, y el ahora dictador Sr. Eddy Ecclestone que hace y deshace a su antojo en su ajedrez particular , ha dicho que sí, que en su universo, afortunadamente libre de conflictos sociales y de negativas por parte de las organizaciones de los países que albergan los grandes premios paralelos, se correrá en Sakhir por el bien del espectáculo.

Muchos pilotos que ya habían preparado sus maletas para disfrutar del parón veraniego, han mostrado su descontento con la decisión al ver como van a tener que cambiar la arena de la playa por la del desierto, su tanguita y pareo, por la túnica y el turbante y los 30 grados a la sombra de un chiringuito, bebiéndose una refrescante sangría a través de una graciosa pajita roja con forma de espiral, por los 45 al sol, dentro de su monoplaza, bebiendo alguna bebida isotónica calentorra con sabor a plástico, a través de una manguerita ridícula. Pero... "donde manda capitán, no manda marinero".

Para la mayoría de sus visitantes, el Reino de Barhéin es un lugar paradisiaco con una rica variedad paisjística, llena de rincones inolvidables y playas de gran belleza natural, de pueblos cargados de historia y tradiciones, combinado con bellas ciudades de grandes rascacielos, deliciosa gastronomía y paseos en caballo. Pero para nuestros pilotos, no será más que un monótono paisaje desértico, con buitres que sobrevuelan sus cabezas esperando algún accidente, un insoportable calor húmedo que combierte sus monos en una segunda piel y un contínuo e intenso olor a petróleo que casi no te deja respirar. 

Señoras, señores, la Fórmula Paralela no da tregua, estén atentos, porque este verano llega el infierno de Sakhir, el Gran Premio de Barhéin.