"Algún día todos los juegos serán como Borderlands 2". Esa fue mi reflexión en medio de esta aventura. Tuve que observar lentamente mi arma, que me espetó un "¡vamos muchacho no te pares ahora!", después miré al lejano horizonte donde un brillante arcoiris cubría un glorioso atardecer. Justo debajo unas cabañas llenas de mercenarios que no sabían lo que se les venía encima, y a mi lado, contemplando la misma mágica escena tres amigos: Jongz, Crisug y Killuminaty. Tres leyendas vivas, apretando los dientes y apuntando a un destino sin parangón: estábamos de nuevo en Pandora, habíamos vuelto, y era la hora de ajustar cuentas.
Borderlands 2 es un juego brillante por sus cuatro costados: personajes, enemigos, historia y escenario. En el primer Borderlands jugué con el personaje del modercai que identifiqué con el del asesino (Zero) y me gustó tanto que quise repetir, pero, al subir unos cuantos niveles, me di cuenta que el personaje había cambiado muchas de las habilidades que me gustaban. Ya no era un modercai francotirador, era una especie de ninja estratega, que se servía principalmente de su habilidad para camuflarse y su potencial en el cuerpo a cuerpo...
Tuve que cambiar. Nunca fui un amante de la brutalidad, ni la acción desmedida, así que, ni el personaje comando (Axton), ni el gunzeker (Salvador), ni el psicópata (Krieg) eran de mi estilo. Sólo me quedaron la sirena (Maya) y la mecanomante (Gaige). Mi debilidad por las artes mágicas declinó en favor de Maya, y juro por Dios, que fue una de las mejores decisiones que he tomado en mis días de gamer.
Al subir de nivel Maya, como el resto de personajes, va desarrollando su árbol de habilidades. Dicho árbol tiene en la sirena tres ramificaciones: movimiento, armonía y cataclismo. Cada uno ofrece unas ventajas especiales y es importante encontrar un equilibrio entres los tres.
En la ramificación de movimiento podemos llegar a controlar a los enemigos para que luchen unos contra otros, podemos hacer rebotar las balas que nos disparan, o aumentar nuestra velocidad en diferentes aspectos.
En la rama de armonía (mi favorita e ideal para el juego cooperativo) haremos que Maya pueda sanarse a ella y a sus aliados, disparando al enemigo o a sus propios compañeros cargándolos de salud con cada impacto. Además podemos crear orbes de energía que combinados con nuestra habilidad básica (la de atrapar enemigos en una burbuja) nos hace una auténtica máquina de batalla.
El lado de cataclismo está enfocado al juego destructivo, hace a Maya más agresiva y potente en el uso de armas y magia. Los orbes de energía pierden su componente estratégico y se vuelven más destructivos. Se cargan de ácido, fuego, veneno, electricidad o hielo para acabar con nuestros enemigos.
Desde el comienzo del juego se te presenta al que va a ser tu enemigo en esta lucha: Jack "El Guapo",
emperador y dictador del mundo de Pandora. Jack posee un ávido sentido del humor, odia a los buscadores de la cámara (busca-tesoros) y es brutalmente despiadado. Hará cualquier cosa con el fin de destruirnos.
Todas las misiones y submisiones tienen el objetivo fundamental de hacernos subir de nivel y por lo tanto más fuertes. Esto es elemental para poder avanzar en Pandora y no vernos bloqueados en determinadas zonas por la fuerza de nuestros enemigos.
Los enemigos son otro punto fuerte del juego, casi tan variados como las armas que podemos encontrar, componen el mundo mágico de Pandora: mercenarios, bichos, androides, y todo tipo de criaturas semimitológicas que os podáis imaginar. Muchos de ellos, además, son capaces de evolucionar en una batalla e ir cabreandose y mutando hasta transformarse en auténticos súper cabronazos.
Comentaba la variedad de armas (unos 5 billones) que el juego genera aleatoriamente y que hace que cada escopeta, pistola, metralleta, bazuca o fusil sea prácticamente único. Además del color y de las estadísticas del arma (cadencia, velocidad de recarga o potencia), pueden tener un componente adicional de fuego, hielo, ácido, electricidad,... que podremos combinar para derrotar más fácilmente a según qué enemigo. Pero hay más, en Pandora se esconden armas legendarias de color dorado que poseen poderes especiales como munición infinita o recargar nuestro escudo en un segundo, y también, otras armas que poseen personalidad propia y que son capaces de hablar, ya sea para insultarnos o para alentarnos. Encontraremos algunas armas de las que, por cariño, nos resulte imposible desprendernos.
Borderlands 2 es el juego con mejor multijugador cooperativo de la historia, terminarlo me ha proporcionado una gran satisfacción, no sólo por las horas de diversión que brinda el juego con todas sus expansiones (que incluye cada una a "maestros invencibles") y misiones variadas, sino por la belleza de la aventura en sí. Desarrollada en una lugar mágico e inolvidable, que exploraremos una y otra vez en busca de ese arma secreta, con una historia llena de humor y emoción que viviremos, además, de la mejor manera posible: junto a nuestros amigos.
(Jugado en Xbox 360 con: Jony, Cristo y Fony. Gracias buscadores)