lunes, 18 de marzo de 2013

JORDAN GOLPEA PRIMERO

Jordan escudado por Pepe en la remontada de ayer.

Vuelve la Fórmula Paralela y lo hace tal como se fue. El rubio platino de Ferrari sigue en su endiablada carrera de triunfos consecutivos, buscando establecer records que estarán en las antípodas de superarse. Si Cristiano Ronaldo hace mejor a Messi y viceversa, por el espíritu competitivo que uno despierta en el otro, a Jordán no le hace falta nadie para no bajar el listón. Sobrado, constante y demoledor. La mejoría en talentosos pilotos como Manolo o Rafa todavía no le hace sombra. Comienza el campeonato de 2013, comienza una nueva tiranía.

La primera carrera sirvió para sacar muchas conclusiones. La primera, y la más importante, es que a pesar del pesimismo general sobre la celebración del campeonato, el Pater "Todopoderoso" ha vuelto a generar torrentes de ilusión entre los participantes. Muchos parecían "niños chicos" estos días, entrenado como posesos, comprando sistemas de grabación de miles de euros o espiando a sus competidores... 

Sin duda, estamos ante un campeonato de una expectación inesperada. La estrategia de silencio y desidia por parte de la organización ha despertado un deseo fulgurante por competir en las escuderías. El mensaje que Eddy Eclestonne ha querido lanzar nos queda claro: "Disfruten de cada segundo al volante, de vuestras conversaciones, de la diversión de competir. Disfruten cada carrera porque nunca se sabe si será la última"

Otra conclusión que nos arrojó Australia es que hay tres grupos de pilotos este año: uno está compuesto sólo y únicamente por Jordan, otro por una serie de "gallitos" que luchan por meterse en el podio y un último grupo que se esfuerza por sobrevivir a duras penas.
En Melbourne vimos bailar a esos tres diversos grupos en un compás de gran ritmo y diversión, una carrera limpia sin incidentes fruto de la experiencia de los pilotos.

Empezó todo con sorpresa. Unas gotas de lluvia causaron el desconcierto en el padock. Intermedios, blandos e histeria colectiva. Ningún compuesto garantizaba un tiempo competitivo y se marcaron tiempos que ni la mismísima Sor Citroen hubiese firmado. "El Cojo" marcó la pole, seguido de Jacob y Er Power. Justo detrás saldría un sorprendente Golden Bill al que muchos ya daban por acabado. Jordan hizo el sexto mejor tiempo pero una sanción le relegó a la última posición.

La salida no fue lo que se esperaba. La tensión y los nervios no podían sino deparar una buena cantidad de siniestros y una subida en bolsa de los fabricantes de alerones, sin embargo, sólo hubo un pequeño toque de Golden a Jacob que acabó con el turco mirando la puesta de sol desde la última posición.

Los frenéticos giros de Australia empezaron a hacer su selección natural mientras Jordan devoraba pilotos a su paso. Un grupo de rebeldes armaron un escuadrón de la muerte con el único propósito de poner tierra de por medio con el rubio de Ferrari. Manolo, Rafa, Jacob y un imperial Dragonov formaron la cabeza de carrera seguidos de Golden Bill que seguía con su particular propósito de reventar las casas de apuestas de Turquía.

Er Power, Jongzzz, Killuminaty y Pepe luchaban por conectar con los escapados mientras se acercaba la amenaza austro-húngara. El spaguetti cedió su puesto a su líder que a cambio lo guió a través de los "escollos pilotantes" que les precedían. No tardaron en llegar a la altura de la "ramera" turca que vendió cara su posición e hizo criba en el equipo italiano. Jordán pasó, Pepe no.

Una avería en el motor de Frankismerio Dragonov mantenía a Golden Bill 5º, seguido durante unas diez vueltas por el "spaguetti traicionero". No podía el italiano con él, ni DRS, ni kerss, ni por activa ni por pasiva. Impresionante duelo entre ambos que se decidió como se deciden las grandes batallas, por un pequeño detalle. Un detalle en forma de gota que se precipitó desde la glándula mucosa del turco hasta su dedo índice izquierdo, suficiente lubricante para deslizar el dedo desde el freno hasta el kerss. La realidad a veces supera a la ficción.

El duelo entre los titanes de cabeza se desarrollaba con milimétrica precisión, "el cojo" presionaba a un gran Rafa mientras Jacob esperaba su oportunidad. Ya era tarde para los tres, cuando pararon a cambiar sus compuestos, Jordan ya se estaba follando a las acompañantes del podio. Un espejismo les hizo creer en algo más pero el atronador ruido del motor del Ferrari les despertó en medio de la batalla campal por subirse a los cajones. Dos sillas para tres gallos y un pollo desbocado: Er Power.

Se vencía la carrera cuando el piloto de Sahara Force India dio el do de pecho remontando puestos y llegando a la 4ª posición. Posición que perdió en la última curva, un trompo suyo otorgó a Jacob ese puesto por detrás de Manolo y Rafa, respectivamente.

Sexto fue el italiano Pepe, tras una carrera constante y muy seria. Séptimo sería Killuminaty que, a pesar de su problemático carácter, sigue siendo un valor seguro, el que "nunca hace nada, pero siempre moja" le dicen en el padock, y no sólo por su incesante promiscuidad (con hombres y mujeres). Octavo llegó un frustrado Golden Bill, que vio esfumarse una oportunidad de oro para colocarse entre los más grandes.

Noveno, décimo y décimo primero fueron Jongzzz, Tarrier y un desconocido Doramas. El primero estuvo al final cerca de Golden Bill pero tanto Tarrier como el gran canario no estuvieron a la altura. Envueltos los dos en un caso de prostitución canina no sabemos si este puede ser el fin de sus carreras deportivas.

Último, por rotura de motor, fue el gigante Dragonov que realizaba por entonces su mejor carrera. Desde El Automodelista queremos aprovechar la oportunidad para mostrar nuestras más sinceras condolencias y apoyo a las familias de los ingenieros mecánicos de Lotus Renault. La Fiap ya anunciado que costeará los siete entierros.     

Así es como la muerte y la vida van de la mano, de una manera tan frágil que ni siquiera nos lo imaginamos. Vivid, vivid y vivid. De la misma manera la diversión y la Fórmula Paralela caminan al mismo paso, hasta que un día se separen. Es VUESTRO DEBER Y COMPROMISO cuidar este pequeño tesoro que tenemos y que, sin duda, el destino nos arrebatará algún día. Hasta entonces: corred, corred y corred porque la Fórmula Paralela está más viva que nunca.









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